Es nuestra segunda vez y aseguro que habrá muchas más. El entorno es súper tranquilo, ideal para desconectar. La casa está totalmente equipada, no echas nada en falta. Además, siempre dejan detallitos de bienvenida: vino, cestita con fruta de temporada, café, miel... Son detalles de agradecer y que marcan la diferencia. Además, que admita mascotas es increíble, nuestra perrita se lo pasa en grande paseando por el pueblo y tirada en el césped. Si tienen la oportunidad de ir, les aseguro que lo disfrutarán y solo estarán pensando en volver.