Lo que más me gustó del lugar fueron las instalaciones y la modernidad del estilo de la hacienda, la piscina con la temperatura perfecta & la amplitud de la habitación.
Lo que no me agradó mucho es que desde que llegamos la recepcionista tardó en buscar la reservación, incluso me dijo en tono sarcástico que estabamos en La hacienda Santa Fé, cómo haciéndome pensar que estaba equivocada de lugar, no fue agradable, y bueno la comida riquísima , solo que el personal no estuvo mucho al pendiente de nosotros, a pesar de que no habían muchos huéspedes.