Está ubicado en un sitio inmejorable, a muy pocos metros de la plaza mayor de Salamanca, en una calle tranquila. La habitación, para dos adultos y dos niños, nos sorprendió por lo amplia que era. Teníamos una cama de matrimonio y dos camas individuales, no como en otros hoteles que nos arreglan con un sofá cama para los niños. Los armarios son grandes. El cuarto de baño también muy amplio. El mobiliario es nuevo y la limpieza es excelente.
El personal del hotel nos atendió estupendamente en todo momento.
También hay que destacar el bar del hotel, que tiene una de las mejores barras de pinchos para tapear de Salamanca, con unos precios estupendos.