Me cambiaron de apartamento a última hora pero al final quedé contenta, porque aunque no fue el que yo elegí , me resultó muy cómodo para una sola persona. Tenía mejores vistas y era más silencioso . La chimenea fue una gozada y la cocina está bastante bien equipada. Vanesa , que se encarga de gestionar los apartamentos, estuvo siempre disponible cuando la necesité. Muy amable . La zona es preciosa y con multitud de senderos y zonas de baño cercanas. Volveré en verano. Y en otoño, para ver los colores de los enormes bosques de robles.