El hostal está bastante bien. Tiene una decoración basada en herramientas de trabajo antigüas, que está bastante cuidada. La comida está riquísima y el trato es excelente.
El cuarto de baño es grandísimo y muy cómodo. Tiene ascensor y es fácil de llegar
Como pegas: se escucha bastante bien lo que pasa en la habitación de al lado, el aparcamiento en la puerta es casi imposible pues hay 4 aparcamientos literales y suelen estar ocupados por los vecinos que allí viven, pero no es muy complicado encontrar sitio en las calles de al lado, y que, si lo que quieres es moverte hasta Sevilla desde allí, cae un poquitín lejos (20 min por autovía)
Pero en general bastante bien en relación calidad-precio