Hicimos la reserva pensando que era un hotel, cuando llegamos resulta que era un albergue que los están cambiando a hotel, por lo que hay habitaciones tipo "hotel" y habitaciones tipo albergue.
Nuestra habitación era para 4, 2 adultos y 2 niños. El aseo, muy muy muy pequeño, entre la puerta y el lavabo hay medio metro. En el lado derecho a otro medio metro el water y en el lado izquierdo a otro medio metro la ducha. Vamos, súper incómodo para ducharse, arreglarse, etc.... Además de no tener ventilación alguna el aseo.
La habitación muy pequeña también, con una venta a lo alto. El aire acondicionado no iba, le estuve dando al aparato y resulta que no tenía las pilas puestas. Pasar calor por la noche en los pirineos no me lo esperaba.
Nos dieron la clave para el wifi, pero sólo lo tuvimos un día de las 3 noches que estuvimos, parece ser que lo desconectaron.
El primer día fuimos a desayunar a las 10:15 y nos dijeron que la hora ya había pasado por lo que nos pondría los restos del desayuno ( 2 croisants y una napolitana)
El segundo día fuimos a desayunar a las 09:00 y nos dijeron que no nos podía poner el desayuno porque no lo había reservado el día de antes. Nadie nos dijo que teníamos que reservar para desayunar.
Así que nos tocó irnos a otro pueblo, unos 40 minutos, para poder desayunar, por los que íbamos pasando no habían bares abiertos.
El tercer día nos fuimos a Jaca directamente a desayunar.
En definitiva, un alojamiento que no recomiendo para nada.