Ubicación fantástica pero es lo único bueno...
La televisión diminuta, luego las paredes son de papel, se escucha todo lo de dentro del hotel y lo de fuera y al ser una calle principal pasan coches, motos, autobuses etc. Cada dos por tres...
Y por último, en la habitación había un climatizador que sólo se enciende un botón, pero no tiene mando para poner tú la temperatura que quieras... Se sube hasta 30°, y de pronto tienes frío como que asfixias en la habitación.