El lugar está pensado para gente mas joven y el ambiente lo demuestra. Aunque no desayunamos vimos por la mañanala el espacio para ello y es reducido, un buffet pequeñito en espacio y cantidad de productos pero suficiente para algo rápido. La habitación es muy reducida. Es moderna, limpia, dispone de jabón en la pared, pero el espacio para moverse es el mínimo por lo que no anima a quedarse (lo que puede ser bueno para conocer la ciudad). El servicio de recepción es cordial y intentan ayudar. El ambiente era tranquilo y caminando 30 minutos estás en el centro de la ciudad. Lo de aparcar es como siempre, complicado así que o bien pagas en el hotel o te buscan una zona por los alrededores pero free parking es casi imposible (nosotros tuvimos suerte por que era festivo y no había limitaciones en la OTA)